De pocas cosas podemos estar seguros respecto del futuro económico, ya que no sabemos cuánto durará la crisis sanitaria ni su profundidad. En consecuencia, es posible que el apoyo fiscal deba prolongarse y adaptarse.
Lo que tendrá que desembolsar el fisco si el distanciamiento social dura 18 meses no es lo mismo a si dura 12 meses; o si aparece una vacuna pronto a si se demora años.
Por eso es importante llegar a acuerdos transversales que definan las directrices de la política de estímulos. Celebro la convocación de un grupo de economistas de todos los sectores que asesorará al ministro Briones. Ese diálogo permitirá que los próximos anuncios tengan sustento técnico y respaldo político (ojalá también ciudadano).
Me sorprenden las críticas de algunos en la oposición. Pareciera que prefieren anuncios sin apoyo de su sector para tener espacio a la crítica después. No es necesario tratar de dimensionar la mezquindad que esto implica.
Lo importante es que el diseño de la política fiscal tenga consenso. ¿Cómo se debería ayudar a las grandes empresas? ¿Cuánto debería ser el apoyo a los más vulnerables? ¿Qué mecanismos elegimos para introducir más liquidez a las pymes?
Ninguna de esas preguntas es trivial. Mientras más expertos den su punto de vista, mejor.
Jorge Fantuzzi
Economista, socio de FK Economics
Publicada en Diario Financiero