Munita

Desmitificando la “Kastitución”, un análisis de la campaña del plebiscito

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Bastante se ha discutido sobre la representación del borrador de la Constitución que llevará a los chilenos y chilenas a las urnas este 17 de diciembre. Para poner en perspectiva esta discusión  conversamos con el analista político, Roberto Munita, quien además es profesor universitario y director de la consultora Polka. Desde su perspectiva como comunicólogo nos entrega su visión del nuevo constituyente y de los distintos escenarios que se podrían dar después de las votaciones.

Jorge Fantuzzi: ¿Compartes la idea que plantea que este es un borrador que le acomoda bastante más al partido Republicano, que lo que le acomoda a la amplia mayoría de los representantes en la discusión?

Roberto Munita: Yo podría desmitificar esta terminología, podría decir que efectivamente no es tan así. Pero más allá de eso, como experto en comunicaciones y como persona interesada en el estudio de la opinión pública y en cómo se comunican las cosas, a mí me interesa más la percepción que la realidad.

A nivel de percepción efectivamente se ha instalado eso. Yo no creo que el texto sea partisano, ni creo que sea un texto hecho a la medida de los Republicanos. Pero sí debo decir que se empezó a instalar esa etiqueta y me parece que ni los Republicanos, ni otros personajes de ese mundo cercano, hicieron lo necesario para desactivar esa etiqueta. Yo creo que hoy día es el problema que estamos teniendo.

El problema que hoy día estamos viviendo es que efectivamente esta disputa se interpreta como si fuera una constitución partisana, siendo que a mi juicio no lo es, pero ya estará en el imaginario colectivo que sí lo es y eso es muy difícil de desactivar.

Jorge Fantuzzi: Entonces parte de las decisiones que se fueron tomando por parte de los Republicanos, de la discusión constitucional, tiene que ver con una postura como si logramos tener la constitución que estamos escribiendo, bien. Si no lo logramos y nos quedamos con la constitución vigente, bien también.

Roberto Munita: Sí, efectivamente, los Republicanos fueron cambiando su estrategia. Esto se nota viendo las declaraciones de prensa. Al principio llegaron muy con esa parada de pasar máquina. No tenían nada que perder porque se aprobarían sus normas. Y si no las aprobaban tampoco perdían porque muchos de ellos no querían que hubiera un nuevo proceso. Querían mantener la constitución actual.

Jorge Fantuzzi: Pero todo esto también fue parte de la estrategia ¿o no?

Roberto Munita: Exactamente, y es una estrategia lógica la negociación. Primero ves cómo te irá  y después vas viendo qué vas a entregar. Entonces en el fondo fueron mostrando una dimensión nueva de su estrategia.

En un tercer momento, volvieron con la lógica de yo defiendo lo que yo ya hice. Estoy pensando ya cuando estaba en la lógica de la comisión mixta, después de que el texto volvió a pasar por lo experto. Ahí volvieron a la lógica de estas son mis reglas, si me las prueban bien y se no me las prueban bien también porque nos quedamos con la constitución actual.

Jorge Fantuzzi: ¿Crees que una derrota en el plebiscito constitucional puede significar una derrota en las votaciones presidenciales para el partido Republicano y para una candidatura de José Antonio Kast?

Roberto Munita: Creo que al menos parcialmente le podría generar perjuicio. No hablaría de una derrota de Kast porque hay muchos factores, hay muchas cosas que están sobre la mesa y el proceso constituyente es uno solo de ello. Pero sí es algo que le quita puntos por dos razones. Primero porque ya se estableció un frame, se estableció un marco conceptual que es el de esta idea de la Kastitución, esta idea de la constitución partisana. Entonces si se rechaza, se está rechazando la idea de Kast. Por un lado, aunque en el contenido no sea así, a nivel de percepción sí es así y hay que hacerse cargo de eso.

Y la segunda razón por la que le podría generar daño, perjuicios al candidato, es porque un triunfo de las fuerzas del “en contra” va a provocar un rearme de estas fuerzas que venían de alguna forma derrotadas después del plebiscito del 4 de septiembre. Y les va a dar alta fuerza para enfrentar las siguientes elecciones, las elecciones municipales.

Entonces, en ese escenario puede que surjan nuevas voces, un liderazgo, un nuevo candidato, y Kast pasa a ser prácticamente un candidato más, o un tipo incluso del pasado.

Jorge Fantuzzi: Dentro de los Republicanos también están los que han dicho que van a votar “en contra”, incluso han hecho algo de campaña “en contra” ¿Tendrá alguna relación también con la estrategia para mostrar que esta no es una constitución hecha para ellos?

Roberto Munita: No, no creo que sea algo estratégico, yo creo que es algo visceral por parte de los Republicanos. Le pregunté a mis amigos y cercanos que están dentro del mundo Republicano para saber qué porcentaje es el que está “en contra” y me dicen que aproximadamente es un 40%, algunos dicen que incluso podría ser un 50%, pero al menos un 40% de los republicanos estaría por la estrategia del “en contra” y no creo que lo hagan de una forma estratégica o táctica sino que es lo que les nace.

A mí me parece que en ese caso, respetando por supuesto la posición que puedan tener, creo que es muy poco estratégico desde el punto de vista de ellos. Si el motivo es que no es lo suficientemente de derecha o no representa los valores, o les molesta el estado social, por ejemplo que esté incluida ahí, me parece que tácticamente están haciendo una mala jugada porque no se dan cuenta de las posibles consecuencias que puede generar su opción.

Creo que les falta mucho de conocimiento político y de como funciona la política, porque suponen que si gana “en contra”, todos se van a quedar felices con él “en contra” y el tema se va a guardar en un cajón. No creo que esto sea así.

Si gana “en contra”, esto está lejos de ser un punto final. Y nada les asegura a los Republicanos que el próximo proceso constituyente que va a llegar tarde o temprano sea más cercano a sus ideas. Al contrario, lo más probable es que sea más adverso a sus ideas. Entonces, a veces uno tiene que optar entre lo mejor dentro de las posibilidades y ellos no están dispuestos a eso.

Jorge Fantuzzi: ¿Cómo crees que queda el gobierno en los dos escenarios, en caso de que gane el A favor o el “en contra”?

Roberto Munita: Ahora, el gobierno y el presidente de Boric han hecho algo que a mi juicio es bastante razonable o bastante estratégico, que es no involucrarse demasiado. Boric sabe que si él personalmente llama a votar “en contra”, esto puede ser visto como un plebiscito a su gestión. Y hoy día hemos visto por distintas encuestas que él genera más rechazo que aprobación. Entonces él sabe que no le conviene, aunque yo no tengo ninguna duda que él va a votar “en contra”. Todo su sector va a votar “en contra”. Y en general el gobierno también.

Es muy distinto lo que pasó en el plebiscito de entrada donde no había ningún problema al manifestar la opinión. Ahora en cambio, los ministros, la gente del gobierno, el entorno de La Moneda ha sido muy cauto en no generar ningún tipo de cercanía con ninguna de las opciones.

Ahora sí hay prescindencia. Pero es una prescindencia táctica. No es porque no se quieran involucrar, sino porque saben que no les conviene. Están todos por el “en contra”, yo no tengo ninguna duda. Entonces, ¿qué pasa? ¿Cuáles son los escenarios? Si ganan “en contra”, el gobierno queda fortalecido. No queda tan fortalecido como podría ser en el escenario en que ellos sí se hagan parte del proceso. Pero de todas maneras las derrotas de mi adversario siempre son mis victorias. Entonces, la política es un juego que muchas veces suma cero.

Y si gana el “a favor”, ahí queda muy disminuido, paradójicamente la constitución nueva llevaría la firma de Boric, pero quedaría amarrado el presidente a una constitución que no le gusta y tendrá que pasar los dos últimos años de su gestión teniendo que implementar esa constitución, una constitución que no la grabo.

Jorge Fantuzzi: ¿Te parece que la centro-izquierda decidió separarse de la opción “en contra” a modo de estrategia para ganarle a Kast y a los Republicanos?

Roberto Munita: Sí, algo de eso hay. Son varios factores que se juntan, pero el hecho de que figuras como Lagos, Bachelet, incluso Harboe, quien fue uno de los primeros en rechazar el anterior proceso, que todos ellos estén en hoy día “en contra”, a mi juicio es significado de varias cosas.

Primero es no hacerle el juego a Kast, porque esto ya quedó como la Kast-Constitución. Segundo, se dan cuenta que es más fácil reformar la Constitución actual con cuatro séptimos que la nueva propuesta que tiene tres quintos para ser formulada. Entonces ellos dicen, “hay cosas de esta Constitución que no me gustan pero las puedo reformar más rápido o más fácil que la propuesta nueva”.

Esta también es la aceptación de que la constitución actual ya no es la constitución de los cuatro generales sino que es la constitución de Lagos. Entonces eso ya está aceptado en la opinión pública, ya se forma un clima de opinión.

Recuerdo que hace muchos años atrás escuché una entrevista a Correa Sutil donde dijo que la Constitución de 1980, si bien fue hecha en dictadura y nació de forma ilegítima, fue ganando legitimidad con el tiempo por las diversas reformas, no solamente la de Lagos, por la ley de esa reforma, por el hecho de haberles permitido gobernar a la Constitución, a la Nueva mayoría, a la derecha.

Entonces, eso ya está aceptado por esta centro izquierda, por el mundo social demócrata, por decirlo así. Entonces ellos se dan cuenta que más que pelear por una nueva Constitución, ellos están intentando pelear por reformas a la Constitución. Y esas reformas van a ser más fáciles con la Constitución actual que con la propuesta.

Jorge Fantuzzi: Dentro de tu especialidad están los temas comunicacionales en política. Entonces me gustaría saber tu opinión respecto a la franja electoral y los mensajes que se entregan en ella.

Roberto Munita: De lo que yo he visto debo decir que me ha gustado más la franja del “en contra” porque es más épica, tiene más espíritu. Sin embargo, hay una cosa que no me ha gustado y es que han caído en mucha mentira, en mucha falacia, y eso no debería estar permitido nunca por ética en la comunicación política. La comunicación política, por supuesto, se trata de persuadir, se trata de encantar a los electores, pero en base a la verdad, no en base a la manipulación, ni menos a la mentira.

Pero la campaña del “a favor” a mi juicio no ha dado en el tono, ha sido a la antigua. El primer día, que es un día clave en el fondo porque es cuando más expectativas hay al guardar el pendón.

Hoy en día la franja no solamente se ve a través de los medios tradicionales, sino que las redes sociales también tienen un rol muy importante. Entonces la franja del viernes es clave para todo lo que viene después y creo que el “a favor” partió con una franja muy débil, apelando más bien a la esperanza, apelando a que Chile es la copia feliz del Edén en vez de generar un poquito de rabia, un poquito de emoción negativa, que está demostrado que es lo que mueve más a los electores.

Jorge Fantuzzi: Lo que yo vi me pareció que estaba muy presente la idea de votar “a favor” para que se termine un proceso en donde estaban los incendios, asaltos y todo lo relacionado con el estallido.

Roberto Munita: Pero a pesar de eso, a nivel de guión estaba un poco lenta, le falta tener un poco más de velocidad, más de redes sociales, más de TikTok.  Pero a nivel de relato, a nivel de narrativa, la pieza que tú viste es una pieza que te da mejor en el tono.

Dentro de las teorías que yo he estudiado  de emociones en comunicación política, lejos la figura que más mueve, es una mezcla entre generar rabia y generar esperanza. Los gringos de hecho le dicen, “get them sick and then get them well”. O sea, enférmalos y después sánalos.  Entonces, cuando tú le tiras pura esperanza, pura cosa buena, le estás tirando una aspirina, pero no le estés mostrando la enfermedad.

A la gente primero tenemos que mostrarles la enfermedad, mostrarles la rabia, mostrarles los asaltos, la corrupción, etcétera, lo malo que está viendo Chile, para después mostrarles la enfermedad, el camino. No nos sirve de  nada mostrar el camino si es que antes no hemos mostrado para qué es necesario el camino. Y el primer día, como digo, la franja falló a mi juicio en eso. Aparte que tenían también otro spot muy largo, muy tedioso sobre la democracia, que está bien, no digo que no sea importante, pero a nivel de comunicación política la democracia es un concepto bien abstracto y poco sexy de vender.

Es mucho más fácil vender mejores pensiones, combatir la corrupción, generar mejor salud, que todo eso se relaciona con la democracia, pero que la democracia sea la consecuencia de eso y no la causa de eso.

Jorge Fantuzzi: ¿Cuáles son los puntos fuertes del borrador constitucional y tal vez los que van a generar algún problema en caso de que se apruebe?

Roberto Munita: Una súper buena pregunta.  Las constituciones son principalmente el marco, la regla del juego para el sistema político. Hoy en día las constituciones tienen un montón de adornos, pero si uno se va a la historia, las constituciones generaban dos cosas. Primero, la regla del juego para las autoridades. Es decir, cómo es el sistema político en general, no solamente el Congreso y la contraloría, sino qué es el Banco Central, cómo funciona, el sistema político, el sistema de Estado, cómo funciona el Estado, y aparte un grupo de derechos fundamentales. Entonces, el sistema político es clave, y a mi juicio, el sistema político tiene cosas muy buenas en la propuesta, cosas que yo aplaudo, y otras cosas que me parecen no tan buenas, que de hecho me gustan más en la constitución actual. Y de hecho son cosas que yo creo que en su momento, si se aprueba la nueva constitución, debiéramos en el Congreso modificarlo.

Dentro de las cosas que me gustan, me gusta que se proponga un sistema electoral, que es parte del Chile republicano y que conocemos desde siempre. Un congreso bicameral, estado de excepción constitucional, incluyendo el de emergencia, una policía con los carabineros, un sistema presidencial, entre otros. O sea, en eso no hay mayor novedad. Dentro de las novedades que me gustan del proceso es que se modifica parcialmente el sistema electoral.

Aunque yo creo que los consejeros podrían haber hecho más cambios, pero se modifica un poquito mejor. Se le entrega al SERVEL la posibilidad de reestructurar los distritos, redistribuir y se le pone un límite. Ningún distrito va a tener más de seis congresistas y eso me parece bueno. Hoy día tenemos hasta ocho y eso genera muy mala contabilidad porque la gente no tiene control sobre sus parlamentarios, si ni siquiera los conoce.

Jorge Fantuzzi: Y eso incentiva mucha campaña de Nicho

Roberto Munita: Mira, es que eso va a pasar siempre y eso no es tan malo. La campaña de nicho la defiendo.

Pero sí es malo cuando tú tienes distritos inabarcables como el de Maipú, que quedó el distrito más grande de Chile. Es tan grande que si se debieran dos, igual seguiría siendo el tercer y cuarto más grande de Chile. Y en el que es tan grande que si personas desconocidas quieren ser candidatos, no tiene nada que hacer. Porque es imposible que en tres, cuatro meses te conozca la gente. Vas desde Maipú hasta el límite con la quinta región, hasta Lampa, del Tiltil.

Esto solo genera que se postulen solamente personas de la televisión o personas de apellido político. Entonces, eso te genera mala calidad en el Congreso. Y eso es algo que va a ser parcialmente modificado.

Otra cosa buena es que el proyecto se hace cargo de la tremenda proliferación de partidos que tenemos hoy día. Va a generar que haya menos partidos presentándose a las elecciones. Eso es algo positivo.

Las cosas que no me gustan de este borrador son básicamente dos. No me gusta que se le quite el escaño al parlamentario que renuncia al partido. En Chile el Congreso es irrenunciable. Si a ti te eligen diputado, tú no puedes renunciar. Y eso tiene una lógica bien simple, en Chile está pensada la idea de la no renuncia para evitar que un partido lleve a un tipo muy famoso, a un Alexis Sánchez, que no quiere ser diputado, porque tiene un montón de votos. Y después le dicen Alexis, saliste electo y al tiro puedes renunciar a ser diputado y yo partido, me quedo con el cupo.

Entonces para evitar eso no se permite la renuncia. Pero fíjate que con esto encontraron el remedio a esa enfermedad porque como si el tipo renuncia a un partido pierde su escaño es cosa de decirle a Alexis anda a la elección sal diputado y al día siguiente renuncia al partido y por renunciar al partido pierdes tu escaño y vuelves a jugar donde quieras.

La calidad de la democracia es súper importante y cuando tú tienes estas fallas, puedes generar el sentido perverso. ¿Qué pasa, por ejemplo, si yo soy militante de un partido, quiero ir a ese partido, soy diputado, pero después llega a la presidencia de mi partido un tipo nefasto que empieza a decir barbaridades o que promueve políticas públicas muy distintas a las que yo pienso? Y la gente en la semana central, en mi distrito me dice, oiga, pero usted cómo puede ser parte de ese club, de un tipo que puede ser corrupto, puede estar metido en irregularidad, etc. Yo, como parlamentario, tengo todo el deber, como representante de mi gente, tengo todo el deber de poder hacer ver eso y renunciar al partido, a la colectividad. La militancia siempre es un acto voluntario y no puede estar presionado por un cargo.

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